No pocos deseaban “capturar” el momento, tocarle la mano y hacerse algunos selfies junto al autor de Revolución,
tema que encabezó el concierto de Raúl Paz en la glorieta del parque
Libertad de la capital de la provincia, como parte de un recorrido
nacional que honra los 95 años de la FEU.
Le acompaña en la cruzada su amigo Ernesto Limia, autor del libro Cuba, ¿fin de la historia?, bajo
el sello de Ocean Sur, un compendio de cinco ensayos sobre cómo la
educación y la cultura han contribuido a la forja de la nacionalidad.
Dos de ellos, dedicados a la Cuba contemporánea, hablan sobre las relaciones con los Estados Unidos y de alternativas ante nuestros desafíos.
Diálogos itinerantes… Pa’ conectar los sentimientos, ha recorrido todas las universidades del país a través de un intercambio franco que comenzó el 2 de mayo en Guantánamo y debe concluir el 9 de junio con un concierto en la Escalinata de la Universidad de La Habana, y el 14 en la Universidad de las Ciencias Informáticas, en compañía de jóvenes aficionados.
Historiador y ensayista, Limia aseguró que todo lo que se haga en materia de comunicación para contribuir a la lectura y el conocimiento de la historia es insuficiente, pues las nuevas generaciones necesitan escuchar sus orígenes a través de sus propios códigos.
“Nos están pidiendo una historia más problémica, con mayor contenido humano, y el arte y la literatura le dan ese sentido”, subrayó.
Según Limia, en sus respuestas a la revista La Jiribilla ante la interrogante de por qué seleccionó a Raúl Paz, él es símbolo de la forma en la cual la Revolución ha emancipado al ser humano, independientemente de su procedencia social.
“Lo escogí por dos razones simbólicas: Raúl demuestra que los famosos pueden ser cultos y sencillos, y además me permite la unidad de las artes, imprescindible para empujar un proyecto de país marcado necesariamente por la cultura”.
Cuba, ¿fin de la historia?, fue presentado en la sede pedagógica Rubén Martínez Villena de Alquízar, y en la Universidad de Artemisa, cuyos directivos entregaron a ambos creadores un reconocimiento por su aporte a la formación de los educandos.
En su primera presentación en la Villa Roja, Paz retomó algunas de las canciones más conocidas, tales como Mama, Gente con swing, Tocar un sueño y Carnaval.
Dos de ellos, dedicados a la Cuba contemporánea, hablan sobre las relaciones con los Estados Unidos y de alternativas ante nuestros desafíos.
Diálogos itinerantes… Pa’ conectar los sentimientos, ha recorrido todas las universidades del país a través de un intercambio franco que comenzó el 2 de mayo en Guantánamo y debe concluir el 9 de junio con un concierto en la Escalinata de la Universidad de La Habana, y el 14 en la Universidad de las Ciencias Informáticas, en compañía de jóvenes aficionados.
Historiador y ensayista, Limia aseguró que todo lo que se haga en materia de comunicación para contribuir a la lectura y el conocimiento de la historia es insuficiente, pues las nuevas generaciones necesitan escuchar sus orígenes a través de sus propios códigos.
“Nos están pidiendo una historia más problémica, con mayor contenido humano, y el arte y la literatura le dan ese sentido”, subrayó.
Según Limia, en sus respuestas a la revista La Jiribilla ante la interrogante de por qué seleccionó a Raúl Paz, él es símbolo de la forma en la cual la Revolución ha emancipado al ser humano, independientemente de su procedencia social.
“Lo escogí por dos razones simbólicas: Raúl demuestra que los famosos pueden ser cultos y sencillos, y además me permite la unidad de las artes, imprescindible para empujar un proyecto de país marcado necesariamente por la cultura”.
Cuba, ¿fin de la historia?, fue presentado en la sede pedagógica Rubén Martínez Villena de Alquízar, y en la Universidad de Artemisa, cuyos directivos entregaron a ambos creadores un reconocimiento por su aporte a la formación de los educandos.
En su primera presentación en la Villa Roja, Paz retomó algunas de las canciones más conocidas, tales como Mama, Gente con swing, Tocar un sueño y Carnaval.
No pocos deseaban “capturar” el momento, tocarle la mano y hacerse algunos selfies junto al autor de Revolución,
tema que encabezó el concierto de Raúl Paz en la glorieta del parque
Libertad de la capital de la provincia, como parte de un recorrido
nacional que honra los 95 años de la FEU.
Le acompaña en la cruzada su amigo Ernesto Limia, autor del libro Cuba, ¿fin de la historia?, bajo
el sello de Ocean Sur, un compendio de cinco ensayos sobre cómo la
educación y la cultura han contribuido a la forja de la nacionalidad.
Dos de ellos, dedicados a la Cuba contemporánea, hablan sobre las
relaciones con los Estados Unidos y de alternativas ante nuestros
desafíos.
Diálogos itinerantes… Pa’ conectar los sentimientos, ha recorrido
todas las universidades del país a través de un intercambio franco que
comenzó el 2 de mayo en Guantánamo y debe concluir el 9 de junio con un
concierto en la Escalinata de la Universidad de La Habana, y el 14 en la
Universidad de las Ciencias Informáticas, en compañía de jóvenes
aficionados.
Historiador y ensayista, Limia aseguró que todo lo que se haga en
materia de comunicación para contribuir a la lectura y el conocimiento
de la historia es insuficiente, pues las nuevas generaciones necesitan
escuchar sus orígenes a través de sus propios códigos.
“Nos están pidiendo una historia más problémica, con mayor contenido
humano, y el arte y la literatura le dan ese sentido”, subrayó.
Según Limia, en sus respuestas a la revista La Jiribilla ante la
interrogante de por qué seleccionó a Raúl Paz, él es símbolo de la forma
en la cual la Revolución ha emancipado al ser humano,
independientemente de su procedencia social.
“Lo escogí por dos razones simbólicas: Raúl demuestra que los famosos
pueden ser cultos y sencillos, y además me permite la unidad de las
artes, imprescindible para empujar un proyecto de país marcado
necesariamente por la cultura”.
Cuba, ¿fin de la historia?, fue presentado en la
sede pedagógica Rubén Martínez Villena de Alquízar, y en la Universidad
de Artemisa, cuyos directivos entregaron a ambos creadores un
reconocimiento por su aporte a la formación de los educandos.
En su primera presentación en la Villa Roja, Paz retomó algunas de las canciones más conocidas, tales como Mama, Gente con swing, Tocar un sueño y Carnaval.
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